Expresión pública de Carta Abierta Córdoba
La condena a cadena perpetua dictada el jueves 28 de agosto, contra dos de los más siniestros jefes del terrorismo de Estado en la Argentina -Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez-, significó un paso adelante de la Justicia argentina, en su camino por la memoria y el destierro de la impunidad.
Sin embargo, las polémicas condiciones de cumplimiento de dichas penas y los hechos sucedidos de manera posterior a la difusión del fallo, reflejan que aún quedan largos senderos por recorrer hacia la construcción una democracia madura y moderna, capaz de dictar justicia plena para con sus enemigos.
Antonio Domingo Bussi, uno de los jefes más crueles del terrorismo de Estado, podría cumplir su condena a cadena perpetua en la tranquila seguridad y el confort de un barrio privado. Privilegio negado para la gran mayoría de los sentenciados en la república Argentina.
La misma gravedad se traslada ahora con el interrogante abierto sobre cómo se implementará el fallo de ejecución en torno a la nueva condena a cadena perpetua dictada sobre el genocida Luciano Benjamín Menéndez en los tribunales tucumanos.
Recordamos que el 24 de julio de este año, en una decisión histórica para el país, la Justicia Federal cordobesa falló por el tratamiento penitenciario común para Menéndez y otros siete represores de la última dictadura.
Tanto Bussi como Menéndez fueron juzgados y sentenciados ahora en la provincia de Tucumán, por integrar una asociación ilícita dedicada a cometer actos que lesionan a la humanidad en su conjunto. El tribunal tucumano los halló culpables de los delitos más aberrantes previstos por el Código Penal argentino, ante los cuales cualquier otro compatriota sería alojado en celdas comunes de las penitenciarías del país.
El contraste de este hecho con las reservas del Tribunal tucumano, en relación a las condiciones de detención, hacen dudar si éste privilegio de cárcel domiciliaria no se produce a raíz de las sucesivas victorias electorales del propio Antonio Domingo Bussi en años de democracia, o del halo de poder que aún goza este represor en una provincia que durante demasiado tiempo estuvo capitaneada bajo su mano de hierro.
Finalmente, repudiamos la represión indiscriminada y los gases lacrimógenos arrojados sobre los familiares de víctimas de la última dictadura, en las afueras del Tribunal tucumano. Un acto lamentable que sella de manera paradójica con injusticia, una jornada que debería haber sido recordada con grandeza, por la posibilidad de emitirse un nuevo fallo a favor del destierro de la impunidad.
Mirarse el Ombligo 
para hablar con claridad 1ro debo condenar las atrocidades cometidas por esas bestias (me refiero a bussi y menendez), pues por lo que voy a decir me van a acusar de «facho» a mi tambien y me da miedo que armen una farsa juridica como la que armaron aqui en tucuman. el juicio contra estos «hdp» es armado por los kirchner, organismos de derechos humanos años y años estuvieron luchando por esto, pero solo lograron concretarlo a traves de la falsa independencia de poderes que rige en nuestro pais. para no extenderme mas me pregunto: ¿no hubiera sido mejor que lo condenen a bussi hace 25 años?
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«significó un paso adelante de la Justicia argentina, en su camino por la memoria y el destierro de la impunidad».
No estoy a favor de la muerte,pero hay tantas cosas que explicar a tanta gente,tanto dolor, que esto no sirve ni de excusa,no me toca de lleno, pero la pena dada suena hasta de chiste.Creo que deberian hacerse justicia ellos mismos por sus propias manos si aun hay algo de digno en ellos.
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